El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asegura que el Ejecutivo habló de política con ETA pero sin hacer ninguna concesión política a la banda terrorista, con la que reconoce haber mantenido un número elevado de reuniones.
‘Yo busqué la paz con ETA, pero a la vez preparaba la confrontación’, afirma el presidente del Gobierno en una entrevista concedida al diario ‘El Mundo’ recogida por Europa Press, en la que insiste en que el fin de la violencia no tuvo precio político.
Yo busqué la paz con ETA, pero a la vez preparaba la confrontación’, afirma el presidente del Gobierno en una entrevista concedida al diario ‘El Mundo’ recogida por Europa Press, en la que insiste en que el fin de la violencia no tuvo precio político.
‘Ni lo tuvo, ni lo tiene, ni lo tendrá’, afirma Rodríguez Zapatero, quien precisa que actuó con transparencia en en el diálogo con la banda terrorista y que toda la responsabilidad ha sido suya.
Rodríguez Zapatero insiste en que en ese momento existía un terreno para poder llegar al final dialogado de la violencia, si bien ‘quedó demostrado que no hay nada más nocivo y perverso que el uso de la violencia’ y que ‘si es difícil hacerse terrorista es mucho más difícil dejar de serlo’, en alusión a las palabras de Tony Blair.
Reconoce que los contactos continuaron con una situación ya «muy deteriorada», debido al deseo de instancias internacionales
«El que un proceso como el mantenido con ETA exista una alta probabilidad de éxito no quiere decir que no sea muy difícil consumarla», reconoce el presidente, quien califica de «inconcebible» que en un proceso abierto en el que el diálogo se mantenía, la banda terrorista cometiera una «barbaridad» como la de la T-4 como «elemento de presión».
Tras este atentado, reconoce que los contactos continuaron con una situación ya «muy deteriorada», debido al deseo de instancias internacionales. «Al ver que tenían toda la buena voluntad de que pudiera verse la luz al final del túnel, de que aquello no fuera el fin… pero la verdad es que había ya muy pocas posibilidades», señala.
En este sentido, Rodríguez Zapatero asegura que su principio ético era «agotar hasta el último suspiro» para evitar que hubiera más víctimas y que el Gobierno mantuvo siempre unos principios «clarísimos» de las reglas eran la democracia y la Constitución.



