¿Cuáles son los metales preciosos usados en joyería?

Anillo
Anillo

Los metales y piedras preciosas desempeñan un papel importante en la joyería. Ambos elementos se emplean desde hace muchos años para múltiples usos en aretes, pulseras, collares, colgantes, camafeos, anillos y relojes, entre otras piezas.

Son materiales excepcionales por sus cualidades y el valor que se les atribuye. En el caso de los metales que más destacan en joyería están los preciosos que aumentan el valor de cada pieza. Sin embargo, no se utilizan solos, sino que se combinan en diversas aleaciones con otros metales (llamados no preciosos) para crear joyas resistentes al paso del tiempo y al desgaste.

Estos son los metales usados en fabricación de piezas de joyería:

Metales preciosos

En las joyerías CDMX pueden comprarse todo tipo de piezas. Destacan las mejores marcas más reconocidas en el sector. Anillos de compromiso, mancuernillas, aretes de botón o argollas, gargantillas, pulseras y relojes de todo tipo. Para su fabricación se usan estos metales:

Oro

Es el metal valioso más conocido y usado en joyería. Debido a su baja reactividad, puede pulirse manteniendo una buena calidad de brillo. La particularidad de ser muy maleable es lo que facilita trabajar con él en piezas muy delicadas y con detalles muy sofisticados.

Pero, al mismo tiempo el ser muy maleable o blando implica, también, que necesita combinarse con metales no preciosos en determinadas aleaciones para adquirir dureza. La tonalidad del oro puede cambiar. Por ejemplo, para lograr el oro banco, se mezcla con níquel, zinc y/o platino. Para el rosa, con cobre y plata y el amarillo con cobre.

Aunque se mezcle con otros metales no preciosos no deja de ser de 24 o 18 quilates y de alta calidad. El oro, además se ha distinguido a lo largo de los tiempos del resto de los metales y sigue siendo muy utilizado.

Aunque varía en función de su pureza o aleaciones, actualmente su precio se acerca a 1600 euros la onza. Si bien se usa en la industria de la alimentación y la tecnología, hay que tener en cuenta que cerca de las tres cuartas partes de su producción mundial se dedica a la creación de joyas.

Plata

Existen varios tipos de plata. Específicamente, tres variedades principales: plata 950, 920 y 900. La primera tiene un 95% de plata pura y un 5% de cobre o níquel, la segunda un 92.5% de plata pura y el resto de níquel o cobre y la tercera un 90%. De pureza y el resto, también de cobre o níquel.

La plata nunca puede usarse 100% pura porque resulta muy blanda para ser maleable. De allí que siempre se combine con níquel o cobre, aunque también puede mezclarse con platino.

Se utiliza para crear distintos tipos de joyas como pendientes, cadenas, pulseras, relojes y anillos. También se hacen cubiertos, candelabros y se emplea mucho en la industria de la fotografía. Se emplea para todo tipo de artículos desde hace más de 4000 años y su precio sobrepasa los 20 euros la onza.

Platino

Debido a su brillo inherente y su alta resistencia, el platino se utiliza normalmente en joyas con diamantes, rubíes, ópalos, ágatas o zafiros, entre otras, ya que hace que las piedras engastadas en él destaquen más.

Igualmente, al engarzar piedras preciosas en platino o aleaciones de oro o plata con platino, esta se puede sujetar con seguridad porque es el metal más fuerte que existe para joyería. Debido a su densidad es bastante pesado por lo que no se utiliza en estado puro. Cuesta unos 1050 euros la onza.

Metales no preciosos

Además de los metales preciosos, están los no preciosos que se adjuntan a los primeros para lograr piezas de joyería más fuertes, resistentes, brillantes o ligeras. Son los siguientes:

  • Cobre: ayuda a hacer prendas resistentes y que no alteren su forma.
  • Níquel: aporta resistencia a las piezas de joyería.
  • Tungsteno: confiere dureza y la capacidad de que las joyas no se rayen o pierdan su brillo.
  • Titanio: da dureza a las piezas sin aumentar el peso de estas porque su principal característica es su resistencia y bajo peso atómico.