Adiós al 2017, un año cargado de acontecimientos inolvidables

Hay años de los que no recordamos ningún acontecimiento, señal que no fue un año productivo a nivel informativo. No obstante, el 2017 será recordado en los libros de historia. Cataluña ha sido el epicentro informativo de este 2017, sobretodo por los efectos del ‘procés’ independentista. La cronología de los hechos es muy amplia pero si nos centramos en lo más destacado, llegamos a una conclusión: todo ha sucedido en un período de tiempo muy corto.

El setiembre de 2017, el Parlament de Cataluña aprobó la Ley de Transitoriedad jurídica y fundacional de la República con los votos favorables de Junts Pel Sí (PDeCAT y ERC) y la CUP. Más tarde, el ‘expresident’ Carles Puigdemont anuncia que el 1 de octubre, los electores catalanes podrán participar en un referéndum ilegal suspendido por el Tribunal Constitucional. Sin embargo, los independentistas hacen caso omiso y siguen con su plan. Tras la negativa del bloque separatista, el Gobierno decide enviar agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional para evitar que la gente vote el 1-O. Sin embargo, el desenlace no gusta a nadie: hay cargas policiales en distintos puntos de votación, y la imagen exterior de España queda deteriorada.

Aunque la votación del 1-O no tuviera validez legal, los partidos independentistas deciden aplicar los resultados. El ‘sí’ gana por goleada y el 10 de octubre, Carles Puigdemont proclama la República Catalana durante 7 segundos. El expresidente de la Generalitat decide abrir diálogo con el Gobierno de Rajoy suspendiendo -temporalmente- la DUI. Por el camino, se producen las detenciones de Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, los líderes de Òmnium Cultural y la Asamblea Nacional Catalana. Y más tarde -con la aplicación del artículo 155- algunos ‘consellers’ de Puigdemont esquivan la justicia y se marchan a Bruselas. Y los que se quedan, ingresan a prisión tras la sentencia de la jueza de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela. Mediante el 155, el Gobierno de Rajoy convoca elecciones en Cataluña. El 21-D se celebran los comicios y, como era de esperar, la sociedad catalana está dividida entre partidarios y detractores de una Cataluña independiente. Los resultados nos dejan una victoria de Ciudadanos pero al mismo tiempo, una mayoría independentista en el Parlament. En otras palabras, el 21-D da vida a los independentistas y por consecuencia a un ‘procés’, que ha provocado la salida de miles de empresas de Cataluña a otros puntos de España.

Y en medio de tanta tormenta política, el 17 de agosto se producen los atentados jihadistas en Las Ramblas de Barcelona, y unas horas más tarde, en Cambrils. Younes Aboyaaqoub, un joven de 22 años, enviste a decenas de personas con una furgoneta blanca. 17 de agosto, primera hora de la tarde y en uno de los lugares más emblemáticos de Barcelona: la tragedia se consumó con la muerte de 14 personas y más de 100 heridos. El atentado dio la vuelta al mundo y activó un amplio dispositivo policial dado que se trataba de una acción del terrorismo jihadista. El mismo día, esta vez en Cambrils y de madrugada, intentaron llevar a cabo otra masacre. Afortunadamente, la actuación de los Mossos d’Esquadra evitó un desenlace similar al de Barcelona. La policía catalana abatió a los autores de los hechos, y se activó un dispositivo para hallar al autor del atentado de Las Ramblas de Barcelona. Finalmente, gracias a la ayuda ciudadana, Younes Aboyaaqoub fue encontrado en un pequeño pueblo de Sant Sadurní d’Anoia. Y también fue abatido. Con la muerte del último terrorista, se ponía fin a un periodo de angustia pero también de convencimiento: “no tinc por”. Adiós a un año que ha dado mucho de sí. Quizás demasiado.